Para hacer pipí y/o popó en la Estación Espacial Internacional, el astronauta primero tendrá que posicionarse sobre la taza. Después tirara hacia arriba de las barras que quedan a su izquierda y derecha, y las girara hasta colocárselas sobre los muslos. Ambas barras están sujetas verticalmente mediante un muelle, de tal manera que, en virtud de la fuerza elástica de este, aprisionaran al cagón contra el cagadero. El susodicho cagón fijara a continuación los pies en los dos apoyos de abajo, amarrándolos a ellos mediante unas tiras que se unirán gracias al velcro.
Como veis, hay un tubo para que los hombres puedan miccionar, y un agujero para defecar. Las señoritas mearan y defecaran en el mismo agujero (ellas disfrutan de un mejor diseño biológico: Dios lo quiso así). El hombre habrá de enchufar su pene en el tubo, pues en caso contrario el orín saldrá flotando y terminara por metersele por los agujeros de la nariz, ademas de dejarlo todo meado (jodiendas de la ingravidez). Para que no se escape nada, una corriente de aire creara un efecto de succión sobre las heces, ademas de airear las partes pudendas del cagón.
La orina es destilada para crear agua purificada. Este agua pasa al Modulo Elektrón, donde es sometida a un proceso de electrolisis para ser descompuesta en hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno es expelido fuera de la estación, mientras que el oxigeno es insuflado al aire de la cabinas. El desecho sólido pasa a unas bolsas que son almacenadas en contenedores herméticos. Estos contenedores finalmente son cargados en la nave espacial Progress, que se encarga de sacar la basura fuera de la estación y expulsarla para que se queme/desintegre al entrar en contacto con la atmósfera terrestre. El baño de la siguiente imagen pertenece a la misma estación, pero es un poco mas moderno (desconozco si incluye hilo musical).
Os dejo como bonus extra una foto del urinario de la desaparecida Estación Espacial MIR.
Fuente: Innerpendejo
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