Consejos y alimentación para prevenir el cáncer


El cáncer básicamente es una enfermedad de las células que han cambiado el mecanismo de control que gobierna su proliferación y diferenciación. A consecuencia de este cambio se produce la multiplicación sin control y con capacidad para invadir las estructuras vecinas y, por vía linfática o hemática, las nuevas colonias tumorales o metástasis.

Se presenta en todas las especies animales, edades y razas. Se conoce que la frecuencia, la distribución geográfica y el comportamiento de los diferentes tipos de cáncer están relacionados con el sexo, la edad, la raza, la predisposición genética y la exposición a productos carcinógenos como los colorantes, el benceno, el alquitrán, el humo del tabaco, etc.

Algunos virus también han sido identificados como agentes causales del cáncer.

¿Qué hay que comer para prevenir el cáncer?

La idea de que se puede prevenir el cáncer mediante la dieta no es nueva, hace más de cien años que diversos autores han propuesto diferentes hábitos dietéticos como causas de los cánceres, cosa que los hace susceptibles de fundamentar recomendaciones preventivas. En los años setenta, el interés por la dieta como causa de cáncer se pone de actualidad definitivamente al empezarse a disponer de evidencias científicas sólidas. Desde entonces se puede afirmar que la dieta, junto con el tabaco y las exposiciones a sustancias carcinogénicas en el medio laboral, son los tres factores más importantes relacionados con el cáncer.

Consejos para una dieta orientada a prevenir el cáncer y otras enfermedades crónicas.

Lo primero que hay que recordar es que el tabaco es el principal factor de riesgo para contraer muchos tipos de cáncer.

Los siguientes puntos son una síntesis de las recomendaciones preventivas que pueden contribuir a prevenir determinados tipos de cáncer y otras enfermedades crónicas; y en todo caso, también son útiles para seguir una dieta saludable.


Estos consejos son:


Hacer principalmente dietas ricas en verduras, frutas variadas, legumbres y féculas.

Evitar el sobrepeso y la obesidad.

Mantener una actividad física moderada.


Comer entre 400 y 800 gramos por día de frutas o verduras variadas.

Comer entre 600 y 800 gramos diariamente de legumbres, cereales (grano), tubérculos y otros alimentos de origen vegetal.

Evitar el consumo de alcohol. En el caso de que se consuma, se tiene que limitar a dos copas o menos por día en los hombres, y a una copa o menos por día en las mujeres.


Limitar el hecho de comer carne roja (ternera, cordero, cerdo) a menos de 80 gramos diarios. Es preferible comer pescado, pollo u otros tipos de carnes.

Limitar el consumo de grasa de origen animal y de los alimentos grasientos en general.


Limitar el consumo de alimentos conservados en sal. Evitar comidas que se hayan podido estropear por estar mal conservadas.


Evitar alimentos chamuscados. Comer sólo ocasionalmente carne hecha en la barbacoa, así como alimentos curados o ahumados.


Fuente: farmaceuticonline.com


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